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Me gustas

Me gustas tristeza, porque no me temes, porque me miras a los ojos y los vuelves de cristal.  Me gustas porque me llenas, me acompañas, llegas con recuerdos, me rompes, me desgarras, me arrullas, me invades y no te vas.  Me gustas tristeza porque eres calma, eres tormento, eres un poquito de mi, porque cuando los demás se van, tú bailas haciendo una gran fiesta.  Me gusta tu melancolía, tu dolor, tu fragilidad, tu sonrisa, tu realidad.  Me gustan tus ojos que nunca se secan, tus brillos, tu peculiar forma de hacerme sentir, que te me cueles entre las manos y escoges a los peores recuerdos como acompañantes. Me gustas tristeza porque eres fría, porque dices la verdad, por que cuando llegas me torturas con su aroma que no se de dónde lo sacas.  Me gustas tristeza, simplemente porque eres mía.

Lo que un día vi

Hace mucho me di cuenta que las cosas pasan cuando tienen que pasar, no antes no después.  Que dar todo de ti, no significa que te darán todo, nadie está obligado a nada, dicen; que el infierno está repleto de buenas intenciones.  En su momento alguien me enseñó que los momentos son cortos y qué hay que disfrutarlos y guardarlos en el alma bajo llave, y que las lágrimas no las merece quien las provoca, que el amor no se puede forzar y llega cuando aprendes a amarte a ti mismo.  Aprendí que existen amigos que son familia y familiares que son sólo desconocidos. Que nunca sabes quién te puede dar la espalda, pero lamentablemente siempre te la da quien menos esperas, y que un desconocido a veces es más leal que aquel que llevas años de conocerlo y te dice que lo es.  Una pareja me demostró que la relación se basa más en el respeto y la confianza y no en creer tener la razón o llamar al otro de tu propiedad, y no todos los hogares son felices. Los pocos años que tengo me

Quiero hacer nada contigo...

Me he cuestionado tanto tiempo, que significa no hacer nada, al punto de llenar una agenda con cosas por hacer, anotando lugares a donde me gustaría ir contigo, solo para hacer algo para estar más tiempo tomada de tu mano, pero, realmente ¿estoy bien? Solo cuando entiendes y aprecias el no hacer nada, todo se da solo, hace un tiempo escuche que la felicidad se producía cuando ibas a hacer algo que realmente te encantaba pero no en ese momento como tal, si no en el anterior porque lo que ibas a hacer luego, lo amarías y en ese preciso momento de antes, eres libre… Un sabio dijo, si vienes a las 4 de la tarde, desde las 3 yo soy feliz… Pero te imaginas qué pasaría si todas esas actividades que nos gustan hacer fueran, no hacer nada, siempre tendríamos una gran felicidad porque siempre podemos hacer esa nada. Hoy llamo nada a estar conmigo misma, a estar contigo, estar juntos, un atardecer, a respirar, a pasear por un parque, a dejar volar la imaginación, un beso,a cambiar. Lla

TAL COMO UNA TORMENTA...

Aquella era una estrella que no paraba de morir, noche, tras noche, tras recuerdos, en sus brazos...  Se sentía pequeña entre sus abrazos, pero grande cuando le desnudaba las cicatrices.  Decía  que las heridas ajenas las convertía en poesía, porque al escribir, siempre se pueden recoger parte de los escombros, tal como re construir una casa en ruinas, o simplemente tal como lo hace el agua que se lleva parte del desastre casi limpiando todo para poder iniciar.  Se le veía despreocupada, sonriente, soñadora y a veces se le podía sorprender suspirando, como si ya no le quedara nada por hacer mas que arreglar los pequeños detalles antes de convertir al mundo de nuevo en una victima de su escapismo.  Le asegura que el aguan no le calara lo huesos, pero sabe que es una trampa de bellas palabras y complot de lo inmortal. Lo único que cala es el dolor, aquel que te hace sentir insignificante en tu propio mundo. A veces se imaginaba rota, otras veces lo estaba y otras tantas lo maquill

Siempre te espera una taza de café...

Si me llamas a las 4 am, demasiado triste como para siquiera decir hola, voy a escuchar tu silencio hasta que te duermas.  Si necesitas llorar, llora, porque somos solamente humanos, y a veces las lágrimas son lo más cercano a la risa que podemos llegar a conseguir y eso está bien.  Si te da sueño te dejaré babear sobre mi brazo, y no me voy a reír de ti si roncas demasiado fuerte.  Y si necesitas gritar muy fuerte hasta que se te quiebre la voz y las rodillas fallen, voy a abrazarte y a gritar contigo.  Si te sientes enojado y golpeas, hasta que tus manos sangren y se pongan de color rojo, voy a aplicar hielo en tus nudillos y decirte que las heridas cicatrizarán tanto dentro como fuera, y al igual que el frío, tú eres fuerte y ardiente, y yo siempre seré el calor para aliviarte y hacerte sentir mejor.

Nuestro amor por encima del mundo...

Se bien que tú prefieres que nos amemos  en voz alta, dandole la cara al mundo. Sé que quieres un amor que retumbe por las esquinas y haga vibrar las paredes, y que todo el que nos mire nos envidie. Pero... En cambio, yo prefiero amarte a oscuras en la tierna intimidad de un beso y la complicidad de una caricia para fundirnos con el calor de un abrazo. Prefiero volvernos uno. Yo quiero un amor cómplice de esos que ya no hay, capaz de hablar con las manos y dedicarnos futuros irreales —que suelen ser los perfectos— en cada mirada. Anhelo con toda mi alma un amor inmenso, pero que sea apenas para dos, no un show barato circense para espectadores a quienes el morbo los mueve y son incapaces de entender algo simple… Me niego a admitir que solo somos una pareja más, algo común de amor, de desamor, de encuentros, de desencuentros y besos que mueren en despedidas,de promesas rotas y reclamos faltos de fundamentos. Pongamos lo mágico por encima de lo típico, es decir, pongamos nu