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Mostrando las entradas de marzo, 2013

— Malaci (Frida del alma mía)

Me han dicho que nuestro contrato no es sano, que me jodes el alma y los pulmones y que terminarás siendo un mal recuerdo. Yo les he contestado que más jodida no puedo estar, que eres la persona - fregada, bizarra, adicta, disociada, calmante, animada - que tanto buscaba, que el alma no muere por nicotina ni los pulmones por cafeína, y, finalmente, les digo que los malos recuerdos existen porque hay perspectivas negativas. http://unabuenaputajamasseminimiza.tumblr.com

— Malaci (Frida del alma mía)

Te dejaré un tiempo, por la paz, amor mío. Prometo no volverme tan distante, ni permitir que te olvides de mi, prometo firmemente regresar y hacer la guerra noche y día, día y noche, sudorosos, calientes, exhaustos, con amor. http://unabuenaputajamasseminimiza.tumblr.com

I Love you

No tenían muchas cosas en común, sus edades eran distintas, sus maneras de caminar no coincidían y mucho menos la estatura (él para besarla tenía que agacharse o de lo contrario ella encontrar un murito para parase y llegar al puerto de su boca) casi nunca pensaban igual, tenían ideas muy diferentes, él era dueño de sí mismo, ella una insegura de mierda. La vida les sonreía, (esa era una de las pocas cosas que podían compartir) y bueno sus manos, parecían haber sido hechas como piezas exactas para encajar una con otra, y así les devolvían la sonrisa a la vida, con los dedos entrelazados y mirando a la misma dirección, como quien espera más de lo que tiene..

— El nombre del viento, Patrick Rothfuss

“Quizá la mayor facultad que posee nuestra mente sea la capacidad de sobrellevar el dolor. El pensamiento clásico nos enseña las cuatro puertas de la mente, por las que cada uno pasa según sus necesidades. La primera es la puerta del sueño. El sueño nos ofrece un refugio del mundo y de todo su dolor. El sueño marca el paso del tiempo y nos proporciona distancia de las cosas que nos han hecho daño. Cuando una persona resulta herida, suele perder el conocimiento. Y cuando alguien recibe una noticia traumática, suele desvanecerse o desmayarse. Así es como la mente se protege del dolor: pasando por la primera puerta. La segunda es la puerta del olvido. Algunas heridas son demasiado profundas para curarse, o para curarse deprisa. Además, muchos recuerdos son dolorosos, y no hay curación posible. El dicho de que «el tiempo todo lo cura» es falso. El tiempo cura la mayoría de las heridas. El resto están escondidas detrás de esa puerta. La tercera es la puerta de la locura. A veces, la mente r

Recuerdo...

Hola, me llamo Recuerdo. Todo el tiempo te estaré inquietando, me sumergiré en tu cerebro y tocaré tu corazón. Te haré llorar, reír, enojar, y muchas veces arrepentirte. Mi peor enemigo se llama “si hubiera”, porque si hubieras, yo no existiría. Me visto de tus más grandes errores y de los momentos más felices de tu vida. Me alimento de todas esas noches donde tu llanto es saciable, donde vuelve a apoderarse de ti mi enemigo. Habito en tu presente pero nací en tu pasado. No me malinterpretes que no estoy en ti para perjudicarte, sino para que puedas aprender de mí, para que superes a alguien o algo, para robarte sonrisas cuando estés triste. No podrás deshacerte de mí aunque lo intentes, soy algo en ti y vivo ahí justo, en lo que eres. Me meto por tu mente y a veces salgo por tus ojos, con mi mejor amiga, Lágrim

Eres...

Me acabas de poner la más inmensa sonrisa que no he tenido en mucho tiempo. Eres increíble, eres, eres, eres, eres, eres, eres, eres perfección.  Y ni siquiera lo sabes. Probablemente no seas el tipo de perfección que tú buscas, pero eres el tipo de perfección que yo busco. Cuando te escucho me pongo así, tan indiscutible mente feliz.  Definitivamente tu risa se convirtió en uno de mis sonidos favoritos. Demonios, es tan difícil expresar todo esto con palabras.  Quiero hacerlo con hechos.  Puedo escribirte un libro si quieres, pero nada se compara a explicártelo cuando te tenga en mis brazos, cuando vea tu sonrisa, cuando se acelere mi corazón y se detengan mis sentidos.  Vives dando continuas vueltas por mi cabeza, por mis ilusiones y mis deseos. Vives en cada rincón de mis pensamientos, en cada esquina de mis manos que se mueren por tocar tu cara, tu cabello y tu corazón.  Vives en fotos y palabras, vives en la distancia, pero jamás será tarde

Te quería decir

Tenía ganas de decirle que le he pensado mucho, que su ausencia ha servido para añorarle de una forma distinta. Quería decirle que no han sido buenos días, que la debilidad me ha atacado en forma de lagrimas. Quería decirle que me parece que la tristeza inunda páginas de mis textos. Quería decirle tantas cosas… pero no le he dicho nada, como muchas veces, mis confesiones se han hecho nudos en mi garganta

mas miradas, menos palabras...

Todavía creo que nuestro mejor diálogo ha sido el de las miradas. Las palabras, consciente o inconscientemente, a menudo mienten, pero los ojos nunca dejan de ser veraces. Si alguna vez he pretendido mentir a alguien con la mirada, los párpados se me caen, bajan espontáneamente su cortina protectora, y ahí se quedan hasta que yo y mis ojos recuperamos la obligación de la verdad. Con las palabras todo es más complejo, pero aún así, si las palabras tratan de engañar, los ojos suelen desmentir a la boca..

—Malaci (María Mil Manías)

“Me dijiste que había roto tu corazón, pero te equivocas. ¡Y no sabes cuanto! Los corazones no se rompen. Se rompe un cristal, se rompen los huesos y las tazas de porcelana, pero nunca un corazón; el corazón se debilita, late con ritmo apático, aletargado y se vacía, como se vacían las ganas de verle, como se vacían las ganas de ser.” http://unabuenaputajamasseminimiza.tumblr.com

Odio tenerte sin tenerte

Eres lo más bonito que he tenido y ni siquiera te conozco bien, eres todo lo que quiero y jamás te voy a tener. Odio al tiempo por llegar temprano, sin avisar, antes de lo esperado. Odio tener que dejarte ir sabiendo que nunca vas a regresar, odio no encontrar en mí la fuerza para hacer que te quedes, para abrazarnos y enamorarnos, para crecer de la mano. Entiéndeme, no es que no te quiera, es que no puedo darme el lujo de descubrir que al final de esta historia, resulta que solo nos hacemos daño.