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Mostrando las entradas de diciembre, 2014

Sueños, pesadillas y tu

Toda la vida, desde pequeña, me han dicho que los sueños no son de verdad , que al igual que las pesadillas, son el producto de mi imaginación y no se harán realidad, que aprenda a relajarme y no estresarme Esto me ha mantenido tranquila en las noches de tortura, donde mis sueños se vuelven el invento de el ser que parece ser mi peor enemigo y olas de lágrimas me invaden al despertar de la muerte de el ser que más amo, de la pérdida de un hijo que jamás he tenido o de la caída más larga y frustrante desde esas escaleras que en repetidas veces me han hecho despertar de un salto. Esas son las pesadillas. Los sueños son en cambio, más sutiles, un día soleado, el bosque, algún recuerdo de infancia, y otros que no se deben contar, pero hay unos, que yo no calificaría exactamente como sueños o pesadillas, son algo entre los dos, son los sueños en los que te sueño, como dulces heridas que se abren para poder volver a ver tus ojos que tanto amo y tocar tu voz que me pone la piel chinita, para

No se, te amo

 No sé si me lees, no sé si te identificas con mis letras, no sé si sabes que es a ti a quien escribo. No tengo la certeza de nada. No sé si me amaste o no. Sólo sé que al comenzar a escribir inevitablemente hablo de ti, solo sé que tu recuerdo es tangible en mis líneas, solo sé que te quiero y que te escribo, sé que te vuelvo inmortal, esa, es mi única certeza

Vuelvo a comenzar

El amor te rodea, te mide, te seduce... Y lo miro desconfiada y llena de temores. Vengo de batallas ganadas y perdidas. Probablemente más perdidas que ganadas  De algunos gemidos y quizás otros jadeos entre sabanas, de lagrimas derramadas en los bordes mas gruesos de la almohada. Tengo miedos. Dudas. Adioses que hacen eco y cortan como chinchillas ultra delgadas y filosas . Con la esperanza de que algo diferente suceda. Regreso a cuestionarme sí es amor, es pasión, es capricho, es locura. Lo se, lo acepto, una que otra ves tengo mucho miedo... A veces bajo la mirada. Sonrió sin mover mis labios. Respiro profundamente tratando te tranquilizar mis latidos. Y permito todo. Una nueva vez. Olvidando las batallas perdidas. Olvidando un poquito el dolor. Le doy una oportunidad. O tal ves miles más. Lo dejo entrar otra vez a mi vida. Repitiéndome que es tarde para las dudas. Y muy temprano para volver a creer en el. A sí que lo miro de frente, lo beso, pongo lo mejor de mi sobre la mesa y vuel

OLVIDA TODO

Agarra un abrigo y ponte tu playera favorita que hoy te vienes conmigo a pasar el resto de tu vida.  Ya tengo todos los planes absolutamente olvidados, prepárate para todo porque no sé ni a dónde ni cómo nos vamos. La casa marrón con las ventanas claras, olvídala, los dos hijos y el perro también.  Solo quiero estar contigo y volver a ser feliz, como cuando me escondía en debajo de la cama para poder reír a carcajadas del montón de nada y todo que tu decías del otro lado del teléfono.  Feliz como la primera vez que te besé parada de puntitas y fui lo más alta que he sido en toda mi vida.  Feliz como cuando tú estabas a mi lado para soñar y crear historia maravillosas que hoy te pido que olvides.  Así que, deja atrás todo, que nos vamos para siempre y a ver qué pasa...

MENTIRAS A LA SOLEDAD

 3am y ella llego juguetona a preguntar:  «¿Qué fue de aquel amor?» La mire confundida, deseando que fuera una más de sus bromas hirientes, pero su seguridad me demostró lo contrario a sí que le conteste.... —Debo decirte que ya no lo recuerdo, y, sin embargo, entiendo el peque preguntas... Pero ya no me acuerdo de su cara y de ningún beso, empiezo a dudar de que esos labios existieran. No recuerdo el tamaño de sus manos, y menos recuerdo como me sentía protegida entre sus brazos, simplemente no lo recuerdo.  Tengo noches sin soñarlo, y días sin pensarlo, ya no llueve su recuerdo, a este café sólo yo lo endulzo.  Quiero que sepas que llego alguien más, que hace las cosas mejor que el las hacía, y que lo saco de mi cabeza, también quiero que sepas que sí mis días sin el siguen siendo grises, es por la temporada permanente que tengo, maldito invierno que jamás se marcha. También tengo que contarte que no recuerdo ya su aroma cálido que me llevaba a un hogar, ya no recuerdo esos ojos verd

Sueño

Ya no sé, qué nos queda o qué nos sobra.  Lo único que sé con certeza es que *si yo pudiera* me me metería entre tu piel y tus huesos hasta que acabara el invierno. Podríamos vivir en un cuarto pequeño.  Besarnos el alma cada mañana entre las sábanas y buscarnos los miedos entre las miradas. Podría vivir fielmente sólo de ti.  Corriendo el riesgo de ser demasiado egoísta encerrándote entre mis piernas y convenciendote de no salir nunca  Ver llegar el otoño, ver como las hojas caen y ser testigo de tus ganas al querer salir a pisarlas y yo contigo.  Entonces seríamos dos seres que sin sentido caminan por la ciudad de la mano, pisando hojas secas. Seríamos dos seres creyéndonos inmortales en pleno inviernos y que la vida no se acaba nunca, que sólo va empezando aquí, ahora. Tu y yo corriendo por toda la locura y nos esconderíamos de la realidad entre algún sueño aún más loco. Sí tomas mi manó yo no te dejo sólo y nos vemos a los ojos siempre. Yo por tu sonrisa y tú por lo que quieras. Ve