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Enseñame y te enseño

Nunca se me dieron muy bien las matemáticas, pero desde pequeño la vida me enseñó que no siempre uno más uno es dos.

Que el destino se encarga de dividir, sumar, multiplicar y restar en tu alma, pero que sumar por sumar no vale de nada, cuando la cuestión es de amor.

Que todos somos expresiones buscando ser una ecuación, como si la vida se redujera a ser igual a otro, cuando se trata más de ser uno mismo, lo más lejos del montón.

Que a veces se gana más dividiendo o restando, de lo que se gana sumando o multiplicando, porque hay gente que sólo quiere reducirte a la más mínima expresión.

Por eso señorita yo le propongo un trató, usted enséñeme de matemáticas y yo le enseñó de amor,

Usted enséñeme a sumar los besos que le voy a dar y yo le enseñó a darlos con pasión.

Usted enséñeme a restar los problemas de su vida y yo le enseñó lo que puede llegar a hacer el verdadero amor.

Usted enséñeme a multiplicar las sonrisas en su boca y yo le enseñó a comprimir sentimientos en una sola canción.

Usted enséñeme a dividir lo profesional de lo personal y yo le enseño a sumar su mitad a mi corazón.





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--malaci

Malaci  es un acrónimo, que proviene de los nombres de tres hombres que - en su tiempo - fueron importantes para mi: M auricio,  Al an y  Aci el. Ellos tres me aportaron vivencias significativas, experiencias imborrables y conocimiento irreemplazable, es por eso mismo que he decidido dedicarles mi manía de expresarme mediante palabras escritas y adopté este seudónimo, que es también un álterego. http://unabuenaputajamasseminimiza.tumblr.com

Me gustas

Me gustas tristeza, porque no me temes, porque me miras a los ojos y los vuelves de cristal.  Me gustas porque me llenas, me acompañas, llegas con recuerdos, me rompes, me desgarras, me arrullas, me invades y no te vas.  Me gustas tristeza porque eres calma, eres tormento, eres un poquito de mi, porque cuando los demás se van, tú bailas haciendo una gran fiesta.  Me gusta tu melancolía, tu dolor, tu fragilidad, tu sonrisa, tu realidad.  Me gustan tus ojos que nunca se secan, tus brillos, tu peculiar forma de hacerme sentir, que te me cueles entre las manos y escoges a los peores recuerdos como acompañantes. Me gustas tristeza porque eres fría, porque dices la verdad, por que cuando llegas me torturas con su aroma que no se de dónde lo sacas.  Me gustas tristeza, simplemente porque eres mía.