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Mostrando las entradas de agosto, 2014

Me voy sin despedirme

Tenía las ganas, me faltaba la persona.  Hubiera querido amar de forma escandalosa y asustar a la muerte con nuestros orgasmos.  Pero la vida no asusta a la muerte, la llama y la invita y yo, llena de cicatrices, tenía asegurada mi invitación.  Alguin no estaba preparado para amar y al final eso es igual a no estar preparado para vivir y seguir.  Tenía las ganas, quería amar de forma irresponsable, suelta, libre, antes de que la muerte me llamara. ¡Dame todo tu amor! Mi grito es ignorado por el silencio, como diario, como siempre, igual que ayer, tal como ocurrirá mañana o tal vez diferente con el mismo resultado. Decidí que no me despediré, le gritaré al amor que nunca encontré, al que encontré en los lugares equivocados y al que no pude esperar.  Les gritaré que me voy sin despedirme para que me dejen de buscar.  Un día moriremos y tal vez sea antes que después. 

Te amo, no te vayas

Por favor nunca te vayas, te amo. Quédate, te amo. No preguntes por qué, te amo. No te vayas, te amo; no me veas. No me dejes de amar, te amo. No llores, te amo. No te rompas, te amo. No te duermas, te amo; no te muevas, no despiertes, no te des cuenta, no abras los ojos, no respires, no te mueras, no te muevas, no te muevas. Te amo. No te vayas.