Ir al contenido principal

Entradas

Mostrando las entradas de marzo, 2015

Katana

La Katana es un arma japonesa de un solo filo, al contrario de la espada. La Katana y ese único filo representan el amor y el poder que tenemos nosotros mismos para hacernos daño o dañar, ya que al final de esa silenciosa guerra que es el amor, uno de los dos involucrados es el que sale realmente herido. Pero para mi, Kanata es un lugar: el lugar donde me quedo esperando el regreso de ese amor que al irse se llevo mi mejor versión, el lugar donde me refugio cuando pienso en su cuerpo y todo aquello que lo representa, el lugar donde puedo consolarme con un recuerdo…  Sí me lo preguntan, no tengo intención de dejar el lugar, o de dejar de pensar en el, sí, también se que suena algo masoquista y para algunos suena a obsesión, pero no es ni una, ni otra...  Tengo la esperanza que regrese, tengo las ganas de luchar y tengo el miedo de hablar. 

Entre dos grandes amores... El propio y el ajeno...

Sé muy bien que mi humor es tan frágil como el clima, en cualquier instante cambia y no siempre es conveniente, pero es que desde hace días llevo dentro un huracán, una depresión inmensa entre sus labios y el mar que no logro controlar ni aunque lo cambie de nombre.  Le di el poder de alterar lo que no podía moverse y a consecuencia de ello yo estoy llena de derrumbes. Aunque me ha llevado tiempo aceptar que no es su culpa, que todo esto es mi desliz, por la falta de interés que me tengo a mí misma. Es que uno no se da cuenta del momento en el que cae hasta que el impacto pega y le duele justo ahí, entre dos grandes amores, entre el propio y el ajeno...

LO INTENTO...

He intentado no tener miedo de ser fuerte y enfrentar el resto de mi vida pero siento que no lo consigo. Quizás no me esfuerzo lo suficiente. Supongo que es normal preocuparse, tal vez nada cambie o cambie todo. La vida puede ser una mezcla de situaciones y sentimientos, sin embargo, en ocasiones predomina el dolor, la alegría, el aburrimiento.  Tal vez un beso en la frente, una sonrisa o un hombro donde esconder mi rostro, me salven. Sé que algún día olvidaré lo que estoy sintiendo ahora, como olvidé el temor al sonido del viento que silbaba cuando traspasaba la ventana y yo era pequeña.  Mi abuela decía “vas a estar bien, no pasa nada, yo te cuidaré”.  Lo mismo me dijo él, que no me preocupara.  Pero la gente siempre se va y debes cuidarte solo.  No sé cómo eliminar esta sensación de estar a la deriva. Quizás no me esfuerzo lo suficiente, puede ser que no lo esté haciendo bien. Quiero dejar de sentirme tan sola, pero es que el mundo parece completamente hecho d