A todos los seres humanos nos une cierta melancolía, cierto sentimiento negado y cierto dolor, cierta alegría, algunas sonrisas y uno que otro candor…y me complace decir que a ti, Alma Incendiaria, Acento Nocturno, me unen, además, vivencias que no han existido, recuerdos de lo que no pasó y llantos que han terminado en sonrisa y el aburrimiento de domingos pasajeros. Nos une un pasado borroso y un eterno presente que ya no se desgasta en anclajes cansados, que procura cantar al oído los bostezos de alegría y los besos con gusto a galletas y pistache. Nos une, cariño mío, este amor que no quiere dejarse ir, ni suceder de golpe, sino que quiere ser pausado, lento, como gotitas de lluvia en un sábado por la tarde o un beso de despedida entre dos amantes que no quieren dejarse… Nos une, también, la intensidad en que sentimos y la intensidad en que los lapsus nos hacen olvidar que la tierra giró para acercarnos y que nosotros, tan neuróticos, no lo pudimos - ni lo quisimos - evitar. Ma...