Alguien que no haga tantas preguntas, que no sea adicto a la verdad absoluta.
Alguien que me deje andar descalza por la casa, que me bese la frente y se pare a apagar la luz, para dormir abrazados o no.
Para amarnos con el cuerpo o no.
Alguien que me lea y me desenrede.
Que no me diga lo que quiero, sino lo que necesito escuchar.
Pero eso sólo a veces, una vez al mes o cuando tenga ganas de amarlo sin remedio.
Que no soporte verme llorar, pero me bese cada lágrima con una paciencia atroz.
Que se quede sin palabras al escucharme cantar, porque lo hago fatal o porque le parezco divina.
Alguien a quien necesitar bonito, sin sufrir por no estar, sin dejar de hacer por no sentirme acompañada.
Alguien que admire a cada una de las que soy, que las consienta a todas, les traiga un libro, un beso, o una canción.
Que procure mis malos hábitos, que los haga suyos, que se ría de ellos y los enaltezca.
Que me tome de la mano cuando estoy equivocada, que sienta el vértigo a mi lado; que si duda, no sea de mí.
Alguien que escriba para mí, que me cuide el sueño, o me lo quite, o lo haga realidad.
Que no espere ir en línea recta, que se atreva a emprender aventuras inútiles, que se divierta a costa de los errores de los dos.
Alguien que buscando pretextos, encuentre motivos.
Que me mire cuando no me doy cuenta, que me haga cosquillas despacito y no me invente nombres de cariño, que me llame por mi nombre porque suena bonito.
Que no quiera rescatarme.
Que desnude mis instintos sin quitarme la ropa.
Alguien que me haga el amor mientras me recuesto en sus piernas y lloró el final de mi libro favorito.
Que no aprenda a bailar pero lo intente porque sabe que me hará feliz, que comparta conmigo los simbolismos necesarios para no olvidarnos jamás.
Que no me ate a él, pero me invite a hacer lo posible por permanecer a su lado, que su nombre encaje con el mío.
Alguien que sea y esté.
Que le sea suficiente el amor que le doy.
((o simplemente, alguien a quien yo pueda amar y lo entienda en una mirada))
Alguien que me deje andar descalza por la casa, que me bese la frente y se pare a apagar la luz, para dormir abrazados o no.
Para amarnos con el cuerpo o no.
Alguien que me lea y me desenrede.
Que no me diga lo que quiero, sino lo que necesito escuchar.
Pero eso sólo a veces, una vez al mes o cuando tenga ganas de amarlo sin remedio.
Que no soporte verme llorar, pero me bese cada lágrima con una paciencia atroz.
Que se quede sin palabras al escucharme cantar, porque lo hago fatal o porque le parezco divina.
Alguien a quien necesitar bonito, sin sufrir por no estar, sin dejar de hacer por no sentirme acompañada.
Alguien que admire a cada una de las que soy, que las consienta a todas, les traiga un libro, un beso, o una canción.
Que procure mis malos hábitos, que los haga suyos, que se ría de ellos y los enaltezca.
Que me tome de la mano cuando estoy equivocada, que sienta el vértigo a mi lado; que si duda, no sea de mí.
Alguien que escriba para mí, que me cuide el sueño, o me lo quite, o lo haga realidad.
Que no espere ir en línea recta, que se atreva a emprender aventuras inútiles, que se divierta a costa de los errores de los dos.
Alguien que buscando pretextos, encuentre motivos.
Que me mire cuando no me doy cuenta, que me haga cosquillas despacito y no me invente nombres de cariño, que me llame por mi nombre porque suena bonito.
Que no quiera rescatarme.
Que desnude mis instintos sin quitarme la ropa.
Alguien que me haga el amor mientras me recuesto en sus piernas y lloró el final de mi libro favorito.
Que no aprenda a bailar pero lo intente porque sabe que me hará feliz, que comparta conmigo los simbolismos necesarios para no olvidarnos jamás.
Que no me ate a él, pero me invite a hacer lo posible por permanecer a su lado, que su nombre encaje con el mío.
Alguien que sea y esté.
Que le sea suficiente el amor que le doy.
((o simplemente, alguien a quien yo pueda amar y lo entienda en una mirada))