A veces te escribo sólo para sentir que estás conmigo.
Me he cansado de seguir por un camino que no sé a dónde me lleva. Prometimos estar siempre juntos, de la misma forma que se prometen otras tantas estupideces y, al final, nadie más que nosotros somos los culpables de no poder cumplir esas promesas.
A veces te escribo y puedo oler tu perfume con cada palabra que por ti resulta.
No me duele la distancia.
Me duelen las caricias que no te he dado y se han quedado atrapadas a mitad de un "Te amo" y un "te extraño".
Me convertiste en una soñadora que ya no sueña; en alguien que te extraña sin ser correspondida.
Me he cansado de seguir por un camino que no sé a dónde me lleva. Prometimos estar siempre juntos, de la misma forma que se prometen otras tantas estupideces y, al final, nadie más que nosotros somos los culpables de no poder cumplir esas promesas.
A veces te escribo y puedo oler tu perfume con cada palabra que por ti resulta.
No me duele la distancia.
Me duelen las caricias que no te he dado y se han quedado atrapadas a mitad de un "Te amo" y un "te extraño".
Me convertiste en una soñadora que ya no sueña; en alguien que te extraña sin ser correspondida.
Comentarios
Publicar un comentario