Es de noche y el cielo tan profundo y el olor a tranquilidad me envuelven en una inmensa inspiración y yo sólo pienso en ti, en aquellos días de marzo en los que fuimos testigos de un amor que hacía parecer al mundo un lugar diminuto. No puedo concentrarme mucho al recordar el olor de tu piel y aquellos ojos tiernos que me miraban con sinceridad y aprecio. Te llevaste todo de mí, cada uno de mis suspiros, cada momento de cariño y cada latido que incrementaba su velocidad al tenerte cerca. Cada noche que no estas a mi lado te siento tan cerca, como si reviviera cada segundo junto a ti. Después de todo, yo no te quería lejos, yo te pensaba a cada minuto de mi agotable existencia que no valía la pena cuando la distancia trataba de jugárnosla mal. Recordé que el día en que te conocí decidí tirar las cartas a la mesa, dejar la partida y comenzar a pensar que si el destino tenía algo bueno para nuestra historia, entonces pasaría. Dejé de apostar en el amor porque ya te ten...