Aún no te conozco y ya me dueles tanto como una gran y profunda herida. No he escuchado tu nombre pero he tenido tu mano apretujando la mía. Nunca he sentido un abrazo ni un beso tuyo, pero me he acostado contigo.
No se ni siquiera si te gustan los perros, los gatos o si no eres de mascotas; si prefieres el negro, el blanco o el gris; si le vas a los cuervos, a los vikingos o si prefieres el soccer; si te gusta más el café frío, el té caliente o una malteada muy helada de chocolate o de fresa.
Pero a ti no te culpo, tu tampoco me conoces a mi tu no sabes nada de mi… Tal vez ni siquiera querías lastimarme, acepto que la culpa es toda mía.
Mi más grande error fue hacerte parte importante de mi vida cuando aún ni te conozco…
Ay cómo dueles, amor de mi vida.
Espero algún día podre tenerte a mi lado y aprender a conocerte